Después de estar por una semana fuera de circulación y enfrentando una posible suspensión decretada por el municipio, debido a diversos reclamos de la comunidad, con estrictas restricciones este fin de semana para el placer de un sinnúmero de niños, volvió a operar en la plaza de armas de San Felipe el arriendo de autitos a pedales.
Con la aprobación de una gran mayoría, pero la desaprobación de otros tantos por los continuos “atropellos” que se registraban, uno de los últimos con consecuencias graves para una vecina que tuvo que ser derivada al servicio de urgencia del hospital San Camilo, el funcionamiento de esta atracción para los más pequeños entró en cuestionamiento y evaluación por parte de la autoridad comunal, indicándose preliminarmente que debido al incumplimiento de las normativas fijadas para el normal funcionamiento de estos “vehículos” y la seguidilla de reclamos se iban revocar los permisos. Entre los argumentos de la medida se indicó que no se respetaba la cantidad de “autitos” autorizados y que tampoco se consideraba la edad de los menores que arrendaban los móviles.
Por lo mismo, producto de las conversaciones sostenidas por la autoridad municipal con los tres particulares que tienen autorización para operar en la plaza de armas, finalmente se determinó que los autitos siguieran funcionando, pero, en esta ocasión exclusivamente para menores de cuatro años, respetando los diez móviles por concesionario y dando prioridad a los autos sin pedales, que prácticamente son dirigidos por los padres para pasear a sus hijos, reconocieron los particulares que ofrecen la atracción para los más pequeños.
La restricción en todo caso este fin de semana a muchos padres los tomó de sorpresa, porque un número considerable de niños se quedaron con las ganas de poder pedalear y guiar uno de los autitos.
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